Economistas aseguran una inflación cercana al 400% en el 2024

Javier Milei predice que el año 2024 estará marcado por una «estanflación», término que resume la combinación de un estancamiento en la actividad económica junto con un constante y elevado aumento de los precios.

Aunque el presidente ha advertido que tomará entre 18 y 24 meses revertir esta situación inflacionaria, evitó especificar cuánto podrían aumentar los niveles de los incrementos.

Según varios economistas, se habla de una inflación en torno al 400%, el doble de la tasa actual. Diego Giacomini, socio histórico de Milei, arriesgó esa cifra en una entrevista con el programa GPS de Rolando Graña, afirmando: «Independientemente del ganador, el 2024 se verá afectado por una inflación mucho mayor que la de este año».

Además, el informe mensual de Focus Economics proyectó que la inflación podría alcanzar el 260% en el segundo trimestre de 2024.

El informe también señala que el presidente electo Milei tiene la intención de llevar a cabo una significativa consolidación fiscal, eliminar los controles de capital y tipos de cambio, así como realizar privatizaciones una vez asuma el cargo el 10 de diciembre. Estas medidas se prevé que conduzcan a un aumento de la inflación y a una profunda contracción económica en los próximos trimestres, con la previsible resistencia social interrumpiendo aún más la actividad económica.

Javier Milei enfrenta el desafío de conseguir 10.000 millones de dólares para evitar caer en default este verano.

Para el economista radical Martín Tetaz, el plazo pronosticado por el presidente electo para estabilizar la inflación «es excesivo», opinando que a fines de 2024 la inflación «debería estar bajo control».

Por otro lado, Andrés Asiain, director del CESO, sugiere que las consecuencias del programa económico de Milei podrían llevar a una «depreflación», término acuñado por Milton Friedman, padre del monetarismo y referente del libertarianismo.

Asiain explica que mientras la estanflación es la combinación de estancamiento con inflación, una situación que ya atraviesa Argentina, cuando la actividad económica disminuye en un entorno inflacionario se habla de depreflación.

El informe del CESO señala que la ruptura de los acuerdos de precios, junto con la idea de no intervenir por parte del Estado y la expectativa de un aumento en el tipo de cambio oficial, ha generado aumentos de precios que llegan hasta el 40% en algunos casos.

Estos cambios en los precios relativos, como la devaluación y el incremento en las tarifas, desencadenan una serie de mecanismos que provocan aumentos en productos de primera necesidad, alquileres y una disminución de los salarios. Esto, a su vez, resulta en nuevos aumentos del dólar y las tarifas, acelerando la tasa de inflación.

En consecuencia, el fenómeno inflacionario redistribuye ingresos desde empleados, cuentapropistas, profesionales y empresarios vinculados al mercado interno hacia grupos concentrados en la exportación. Esta redistribución regresiva del ingreso conlleva a una disminución del consumo, lo que provoca una depresión en las ventas, la producción y el empleo. Según el economista, esto representa la «depreflación» a la que se está dirigiendo rápidamente la economía argentina.

 

Con información de La Política Online 

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