En las últimas horas, la provincia de Mendoza se tiñó de negro por el dolor y la impotencia. Marina Signorelli, reconocida por llevar a cabo distintas actividades para concientizar sobre el autismo, falleció el sábado pasado a los 48 años.
Su nombre cobró relevancia al publicar su libro titulado “Del dolor a la felicidad”, el cual se agotó en menos de un mes. En él narra sus vivencias como madre y el mundo del autismo. Un legado muy importante que quiso dejarle a su familia y a la sociedad es el tema de la concientización sobre la condición del espectro autista.
Todo comenzó cuando a su hijo Fabrizio le diagnosticaron autismo a la edad de 3 años y, desde allí, su vida cambió completamente. Marina Signorelli luchó constantemente para ayudar, no sólo a su hijo, sino al resto de personas que pudieran atravesar su mismo presente. Por eso, ella deseaba que todo lo generado por el libro sea para él.
Además, formaba parte de la Fundación Marea Azul, la cual brinda encuentros de acompañamiento a familiares de personas con TEA. Al conocerse la noticia de su muerte, la Fundación compartió un sentido mensaje en Facebook.
“El dolor es inmenso, no entra en el cuerpo y mucho menos en el corazón, así queremos recordarte, radiante, sonriente y con esa energía. Gracias por ofrecerte para dar los hermosos talleres que diste, ayudaste a muchas familias, siempre dando lo mejor de vos. Ya no será lo mismo sin vos te extrañaremos inmensamente. Y seguiremos hablando de Autismo en cada rincón, todos los días, por tu hijo, por nuestros hijos y por todas las personas con Autismo y sus familias”, expresó la organización.
Comunicado de Universo TEA
Desde Universo TEA, publicaron un comunicado donde expresaron su dolor, bronca e impotencia ante la triste noticia. “Marina fue una gran mamá, dedicó cada minuto de su vida a su hijo. La vida no fue fácil para ella, y el sistema se encargó de darle mucha tristeza”, comienza el escrito.
“Años pidiendo acompañante terapéutico a OSDE y jamás se lo aprobaron. Años luchando por la educación de Fabri, contra un sistema que todo el tiempo te invita a rendirte y ella no lo hacía”, continuó.
Además, en el escrito revelaron que Marina se sentía cansada por distintas razones, como el trato que le daban a su hijo en el colegio secundario especial. Y remarcaron que escribió el libro para el futuro de su hijo, porque su mayor miedo era lo que sucedería cuando ella ya no esté.
“Yo culpo al sistema, un sistema que te abandona que te quita las ganas de luchar, que te harta de tanta burocracia, te desgasta cuándo das amor y dedicación y te paga de la peor manera. La salud mental de una madre con un cuidado unilateral de su hijo, con una dedicación diaria se vio colapsada. Ella no aguantó y se adelantó”.
