Hace poco se estrenó en Netflix Playlist, una miniserie de seis episodios que cuenta la historia de la creación de Spotify, la aplicación musical que terminó de zanjar legalmente el abismo entre la era de la piratería musical y la descarga de archivos con el actual imperio del streaming. En ese camino, obviamente, sus creadores se convirtieron en multimillonarios.
La serie es sueca, el mismo origen que la plataforma, y está protagonizada lógicamente por un elenco de ese país escandinavo, abordando el surgimiento, desarrollo y crecimiento desmesurado del invento de Daniel Ek (Edvin Endre).
La curiosidad en la elección al plantear la narración es que la historia está contada en cada episodio desde el punto de vista de los principales involucrados en lograr una proeza tecnológica y una revolución en términos de la industria, algo que trajo un nuevo paradigma.
El problema, al menos en la primera mitad de la miniserie, es el mismo que han tenido tantas otras series biográficas: da la sensación que el relato está dominado por una versión oficialista de los hechos, con una pátina de épica que suena exagerada (sin desmerecer, lógicamente, la genialidad que aún hoy es esa plataforma).
Sin embargo, sobre el final –y sin caer en spoilers– la serie arriesga un futuro cercano (2025) en el que la figura de EK queda más cercana al de un tirano frío y descorazonado que al del geniecillo del comienzo.
En cualquier caso, otro problema es que todos los personajes están al borde la caricatura: además de EK como el típico nerd informático, están el yuppie carismático de Martin Lorentzon, la obstinada abogada Petra Hansson y el idealista programador Andreas Ehn. Los roles de cada uno (no las actuaciones que son buenas) están levemente sobre la frontera de lo verosímil.
