En más del 50% de los departamentos de Mendoza, se está generando una producción sustancial de aceite de oliva y sus derivados, conocidos como el «oro líquido», que tienen aplicaciones tanto en el ámbito cosmético como en el medicinal. Esta conexión directa con los productores no solo ofrece beneficios económicos, sino también sociales y medioambientales.
La economía social en Mendoza está facilitando la adquisición de aceite de oliva de primera mano, sin intermediarios y a precios atractivos.
Las localidades de Maipú, San Rafael, Lavalle, Junín, San Martín, Guaymallén, Ciudad, Godoy Cruz, San Carlos, Las Heras y Rivadavia están contribuyendo con productos olivícolas de alta calidad, disponibles para la compra directa desde los productores.
Esta iniciativa, enmarcada en la economía social de Mendoza, reúne una amplia gama de opciones relacionadas con los productos derivados del olivo, abarcando desde aceite hasta champús, pasando por cremas, aceites esenciales, jabones y bálsamos.
Más de 30 puntos de venta «virtuales» exhiben su oferta en la categoría de productos derivados del olivo. Con tan solo un clic, se desplieza una variada selección tanto de productos como de ubicaciones de los emprendedores.
Los beneficios son múltiples. Para el consumidor, se traducen en una excelente relación entre precio y calidad, la comodidad de comprar en línea, opciones de pago electrónicas y la oportunidad de apoyar directamente a las familias mendocinas que están detrás de la producción.
Otro aspecto positivo radica en el impacto ambiental reducido. Estos productos no necesitan recorrer largas distancias ni cruzar océanos, lo que significa una disminución en la contaminación asociada al transporte. En resumen, se trata de productos elaborados localmente por manos mendocinas, generando un efecto positivo en el entorno y la comunidad.
