En 1972, el pequeño país de Bután sorprendió al mundo al introducir el concepto de ‘Felicidad Nacional Bruta’ (FNB). Su monarca, Jigme Singye, con tan solo 16 años de edad, comprendió la importancia de esta métrica para el bienestar social y económico de la nación.
Casi cincuenta años después, podemos hablar de la extensión de este concepto al ámbito empresarial: la felicidad en el trabajo no es solo un ideal, sino un objetivo medible con beneficios claros tanto para los empleados como para las empresas. Las empresas ven la felicidad de sus empleados como una oportunidad para el crecimiento y una fórmula perfecta para atraer talento y mejorar la productividad.
En la actualidad, es común encontrar profesionales que experimentan un rendimiento laboral reducido y luchan con problemas relacionados con el estrés y el agotamiento (la segunda causa más común de ausencias laborales). Más allá de sus implicaciones sociales, esto representa un detrimento sustancial para las empresas: las ausencias laborales debido al estrés y el absentismo laboral resultan en pérdidas directas e indirectas de €80 mil millones al año en España. La alternativa a esta situación radica en mejorar la felicidad de los empleados, lo cual abarca factores más complejos que simplemente instalar mesas de ping pong.
¿Qué factores influyen en la felicidad de los empleados?
Aunque el concepto de felicidad pueda parecer abstracto, en el contexto laboral se manifiesta en dimensiones tangibles. La Encuesta de Felicidad en el Trabajo de Adecco establece los parámetros por los cuales los empleados españoles evalúan su felicidad, ordenados de mayor a menor importancia:
1. Un horario laboral favorable o flexibilidad horaria, que permita equilibrar la vida personal y profesional.
2. Un ambiente de trabajo positivo, caracterizado por relaciones interpersonales fluidas y un sentido de camaradería.
3. Un liderazgo efectivo, que englobe motivación, escucha activa, consideración de opiniones y una actitud empática y respetuosa.
4. Remuneración acorde al desempeño y la responsabilidad individual, brindando a los empleados un sentido de reconocimiento.
5. Realización personal, la capacidad de alcanzar aspiraciones profesionales que pueden abarcar desde contribuir al bienestar de la sociedad hasta el aprendizaje continuo, la creatividad y el avance en la carrera.
6. Desarrollo de habilidades profesionales y competencias personales, permitiendo a los empleados aprovechar su máximo potencial y crecer con la empresa.
7. Alineación de las responsabilidades laborales con las cualificaciones del empleado, asegurando que los objetivos no sean excesivos (causando estrés y frustración) ni insuficientes (resultando en aburrimiento y subvaloración).
8. Proximidad del lugar de trabajo al hogar, minimizando el tiempo de desplazamiento y, por ende, mejorando la calidad de vida.
9. Reconocimiento por parte de compañeros y superiores, fomentando un ambiente laboral positivo y constructivo en el cual todos los miembros de la organización se sientan valorados.
10. Beneficios para empleados: seguro médico, subsidios, planes de jubilación, descuentos en servicios, etc., proporcionando recompensas adicionales más allá del salario.
¿Cómo pueden las empresas mejorar la felicidad laboral de los empleados?
La felicidad en el lugar de trabajo es la fórmula perfecta para retener el talento en un mercado donde el salario no es el único factor que atrae a profesionales. Seguir este enfoque conduce a empresas saludables con equipos eficientes comprometidos con los objetivos corporativos. Además, la felicidad incrementa la productividad de manera indirecta.
Sin duda, cada empresa tiene sus atributos únicos, lo que hace imposible crear un manual universal para el bienestar organizacional y la medición de la felicidad de los empleados. No obstante, afortunadamente podemos identificar algunos pasos que las empresas pueden tomar para mejorar el entorno laboral y, en consecuencia, aumentar la felicidad de los empleados:
1. Flexibilidad: Una empresa flexible confía en sus empleados y les brinda autonomía, permitiéndoles gestionar su tiempo y fomentando una estructura horizontal donde la toma de decisiones es ágil y el valor de cada miembro no depende de la jerarquía.
2. Positividad: Infundir un ambiente positivo comienza al incorporar individuos optimistas. Esto facilita una interacción más fluida entre los miembros del equipo y fomenta una cultura de reconocimiento.
3. Organización: Establecer objetivos motivadores, estructurados y alcanzables es fundamental para el buen funcionamiento de la empresa.
4. Confianza: La confianza debe ser un valor corporativo inherente. Se cultiva a través del ejemplo de liderazgo en niveles superiores, donde los gerentes asumen el papel de líderes, y se evita la competitividad tóxica entre el equipo.
5. Celebración: Cualquier logro o éxito debe ser reconocido y celebrado como una recompensa por el esfuerzo.
6. Aprendizaje: El lugar de trabajo no debe ser solo un contexto de ejecución, sino también un entorno de aprendizaje. Esto mantiene la motivación y el compromiso de los empleados, ya que sienten que enriquecen sus habilidades en diversos niveles.
7. Comunicación: La comunicación abierta, multidireccional y transparente fomenta la honestidad y fortalece la identificación de los empleados con la empresa.
8. Expertos en Felicidad: El énfasis que las empresas ponen en la felicidad de los empleados ha dado lugar a la aparición de un nuevo rol: el Director de Felicidad (también conocido como Chief Happiness Officer o Happiness Manager). Este puesto, parte del Departamento de Recursos Humanos, asegura la retención de talento al promover la implementación de la felicidad.
Como parte del equipo de RRHH, el Director de Felicidad evalúa el ánimo laboral en diferentes niveles, elabora estrategias para fomentar la lealtad de los empleados y supervisa el bienestar de los equipos. Manteniendo los intereses de la empresa en mente, se esfuerza por crear un contexto atractivo con niveles elevados de productividad. La existencia de este rol, ya establecido durante años en Silicon Valley, ofrece una visión clara del futuro:
