Según el Observatorio Económico de la Federación Económica de Mendoza, la provincia está experimentando una disminución en el crecimiento del consumo de bienes y servicios. En su informe especial de abril de 2023, la entidad advierte que las perspectivas de venta de supermercados, ingresos totales y salarios están afectando la recuperación del consumo agregado y microeconómico.
El informe explica que, desde el punto de vista microeconómico, el bienestar depende de maximizar el consumo de una canasta de bienes, según el ingreso disponible y los precios de los bienes. Mientras que desde un punto de vista macroeconómico, el bienestar depende de la maximización del bienestar que provoca el consumo per cápita agregado de «un consumidor representativo». Esta optimización tiene como límites la capacidad de producir bienes de la economía y los usos de este producto agregado.
El informe menciona que hay una gran cantidad de literatura científica y de trabajos informales que relacionan el consumo con el bienestar. Entre estas relaciones se puede ver que la confianza de los consumidores en sus expectativas de adquirir bienes de largo plazo se vincula con el consumo agregado presente. Además, el desarrollo humano, que considera los aspectos productivos y los vinculados a la acumulación del capital humano, como la salud y la educación, también puede vincularse al desempeño del consumo agregado.
La FEM presenta una estimación propia de la variable del consumo agregado en Mendoza, basada en el desempeño de las ventas locales de los supermercados, de aspectos cualitativos relacionados con la pandemia y la evolución de los niveles de actividad. El informe permite vincular el desempeño del consumo agregado provincial con el del resto del país. Además, se observa una concentración en los bienes de consumo vinculados con la alimentación en desmedro del resto de los bienes, desde la perspectiva microeconómica.
La evolución reciente del consumo agregado estimado de Mendoza, junto con el desempeño del consumo microeconómico, hace pensar que la provincia está experimentando un menor crecimiento del consumo de bienes y servicios, lo que se traduce en un menor crecimiento del bienestar general de la población. A nivel macroeconómico, esto se verifica por la tendencia del consumo agregado provincial, que según el último registro del año 2022, se encontraría en su fase contractiva. A nivel microeconómico, se observa una concentración en la compra de alimentos y una caída de los ingresos reales debido al efecto ingreso y al efecto precio.
Las perspectivas para el futuro no son alentadoras, ya que durante 2023 se espera que las ventas de supermercados, los ingresos totales y los salarios continúen afectando la recuperación del consumo agregado y microeconómico. Esto podría traducirse en un mayor descontento social, que a su vez puede impactar en los resultados electorales, la confianza en la compra de bienes de consumo de largo plazo, el desarrollo humano (salud y educación) y desembocar en una recesión.
