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El lunes 3 de julio, los Centros Nacionales de Pronóstico Ambiental de Estados Unidos informaron que se registró el día más caluroso a nivel mundial. Según el informe, la temperatura global promedio alcanzó los 17,01 grados Celsius, superando el récord anterior de agosto de 2016, que fue de 16,92 grados.
El informe también destacó que mientras el sur de Estados Unidos experimentaba un intenso calor en las últimas semanas, China sufría una ola de calor con temperaturas superiores a los 35 grados Celsius, y en el norte de África se llegaba a los 50 grados.
Un aspecto destacado por los expertos fue la situación inusual en la Antártida, que actualmente está experimentando su temporada de invierno austral con temperaturas anormalmente altas.
La comunidad científica ha atribuido estos eventos a los efectos del cambio climático en el planeta. Zeke Hausfather, científico investigador de Berkeley Earth, compartió las opiniones de otros expertos que enfatizan que estas situaciones extremas son consecuencia directa de las crecientes emisiones de carbono y gases de efecto invernadero, combinadas con fenómenos como El Niño, lo que está elevando las temperaturas a niveles récord.
Por su parte, los servicios meteorológicos de China han advertido sobre condiciones extremas durante el mes de julio, que podrían provocar «catástrofes naturales» en el país. Se esperan fuertes lluvias en el suroeste y el este de China, lo que podría resultar en inundaciones y vientos violentos. Esto se suma a una ola de calor en el norte del país, con temperaturas cercanas o superiores a los 40 grados Celsius en Pekín y las regiones circundantes.
En los últimos meses, China ha enfrentado condiciones meteorológicas extremas que, según los científicos, se están agravando debido al cambio climático. Además de las precipitaciones intensas, el país ha experimentado sequías en diferentes regiones y un ciclón raro y mortal en África.
Los expertos en clima advierten que estas condiciones extremas son cada vez más frecuentes en todo el mundo. Sin embargo, se han expresado preocupaciones sobre la falta de avances significativos en la búsqueda de soluciones durante las conversaciones sobre el clima, como las celebradas en Bonn, Alemania. El Fondo Mundial para la Naturaleza instó a tomar medidas concretas para abordar el problema, especialmente antes de la próxima Conferencia de las Partes (COP28) en Dubái.
A pesar de las expectativas generadas por la visita del enviado estadounidense para el clima, John Kerry, a China, pocos creen que esto logrará impulsar significativamente las negociaciones climáticas. Se considera más como un ejercicio para construir confianza entre las partes, ya que las políticas y posturas actuales pueden limitar los avances en el corto plazo.
